EL LUGAR DONDE ¨CANTA EL RIO¨




Quería buscar un lugar tranquilo, donde relajadamente me pudiera sentar a leer o escribir. Algo con un entorno amable y que la  naturaleza sea protagonista importante de mi estadía,  que no este muy lejos del Distrito Federal. En un principio pensé en Valle de Bravo, pero por lo regular, los fines de semana es el destino preferido de muchos citadinos, y pensar en el tumulto, me agobiaba, no necesitaba eso... necesitaba algo con sabor a pueblo, con pasividad, no una semi-ciudad con claxons sonando y un tumulto de gente.Entonces busqué algo por Internet, algo cercano, y encontré un sitio que se veía bastante bien, y tomé el teléfono.  Me atendieron muy amablemente y reservé. Esta a veinte minutos de Valle de Bravo, a lo mucho y en un pueblo que algún tiempo atrás fue un centro importante de minas de plata y oro. Todos estos lugares en donde algún tiempo lejano hubo riqueza, heredan un gusto especial, como por ejemplo Taxco, y este lugar tiene ese encanto, pero también su propia personalidad. Cuenta con empedrado en las calles, una bonita catedral,  una plaza llena de arboles y la mayoría de las construcciones  con reminiscencia de hace más de un siglo.
  


Rodeando la plaza, llegamos a una construcción preciosa, con todo ese sabor de pueblo, pero con el buen gusto y comodidades de un hotel boutique. Al entrar,  me  impactó que desde  la construcción se percibe una cañada,  con todo el encanto de la vegetación semi-tropical; llena tus ojos de vida y enmedio de esa exhuberancia, como si estuviera acompañando un cuadro con música,  se escucha la armonía deliciosa de un rió que canta.... Este pequeño y encantador hotel boutique, esta en medio de este bonito paraje.



Era justo lo que deseaba,  al observar la deliciosa tranquilidad que  envuelve a este lugar y no tardé mucho en sorprenderme.   La cocina tiene un atractivo muy particular, ---es el territorio de Susana---.  y cuando pruebas las delicias que prepara, tu estomago se  enamora más del lugar..





Por ejemplo, algo que me sorprendió, fue que la cocina estaba muy atareada y al preguntar,  ¿ a que se debía?,  me comentaron..


---Estamos haciendo mole---

---Ya estamos por  terminarlo, llevamos dos días preparándole---

---¿ Quiere probarlo ?---


---Espere un momentito, quiere una cervecita?----

---Tome asiento, aquí en el corredor y en esa mesita le servimos su cerveza.----





Me senté en el corredor y de ahí se ve una linda alberca,  un lugar muy bien dispuesto para asolearte,  con gente  bonita,  me sentí a gusto y me tome mi cerveza, acompañada de un chicharron con guacamole, muy bueno...








Al llegar el mole, me invitaron a pasar a un patio en la parte de  abajo a un costado de la alberca, con  una fuente primorosa, donde  están dispuestas coquetamente un par de mesas, bajo la sombra de un durazno y  acompañandole ; esta el canto del río y el trinar de los pajaros.    Me senté tranquilamente, me relajé y me dió una sensación de plenitud...




Al probar el mole... me quede sin habla, mudo... El sabor del mole era una explosión de delicados sabores en exquisita armonía, con sabores: dulces, salados,  frutales, a semillas, y al final sin inhibir, te dejaba un picor delicioso, me lo hicieron acompañar con  unas tortillas calientes,  una cerveza obscura,  y un tequila.


Ya relajado, después de la comida, y con la tarde ya  madura, me comentaron:


----¿No quiere pasar al Temazcal? ----

A lo que respondí: 

----¿Y como esta eso, que tengo que hacer?---

----Nada,  aquí La guia del Temazcal llevara la ceremonia y le indicará todo, no se preocupe----
Bajé por unas escaleras enmarcadas de platanales y enmedio de  una viva vegetación,  en un jardín,  esta el temazcal,  como si fuera un enorme horno de pan.


Nos sometimos a todo el protocolo:  Una limpia, barro en la cara y cuerpo, en fin, nos guiaron  con gran conocimiento, con todo el protocolo azteca del Temazcal.. Fue una experiencia purificadora y novedosa; pero sobretodo, sentí una paz y tranquilidad, que hace mucho no había podido lograr.


Esa noche, dormí profundamente.... con esa paz y frescura, inducida por la purificación del temazcal, el silencio y toda esa vegetación que rodea el entorno..



Delicadamente en la mañana  me despertó la suave  armonía de las campanas de la iglesia,  que entonaban el ave Maria de Schubert. Respiré..... y la armonía  que sentí,  me hizo darme cuenta que estaba un lugar verdaderamente  especial, y me deje llevar..... dejé que me consintieran, y solo disfruté mi estancia,  a tan solo una hora y media de la ciudad.

Les dejo la liga del sitio, para que disfrutan tanto como yo y todos los  que visitan este bonito lugar..http://www.lacasonamexico.com/

Comentarios

meg ha dicho que…
Delicioso reportaje sobre el lugar. Despierta las ganas de conocerlo cuando uno viaje a Mexico. Gracias, . Un saludo
Armando Díaz ha dicho que…
Muchos saludos Meg

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